XI
Domingo del Tiempo Ordinario (B)
Fe y confianza son las premisas de las lecturas de este domingo.
Las obras de Dios, los criterios de
Dios, las acciones de Dios, no suelen entrar en nuestras categorías. En la
primera lectura la primera incoherencia de Dios, de una rama mínima y plantada
en un lugar escabroso surgirá un gran árbol que dejará pequeño e insignificante
a todos los demás. Eso que para nosotros es inútil, que no vale, suele resultar
lo preferido de Dios. Y con ello hará obras grandes, maravillas, milagros y
sobre todo enseñanzas para nosotros. Lo
necio del mundo lo ha escogido Dios para confundir al poder. (1 Cor 1, 27)
Caminamos en la fe, caminamos en
esperanza, caminamos con confianza... aunque lejos del Señor. En camino hacia
Él. Y caminamos si verlo guiados por la
fe.
En el Evangelio aparece la admiración
que produce la fe. Jesús disfruta mostrando el Reino de Dios desde las cosas
pequeñas, con el lenguaje del campo, con la temática y el hablar de las gentes.
El hombre siembra y cosecha, lo demás, lo interior , lo importantes es misión
de Dios. Así es el Reino todos somos partícipes, todos somos factores, todos
necesarios, pero lo fundamental es de Dios. El Reino de los Cielos se parece a
un grano de mostaza, una semilla mínima -como casi todo los humano- pero que se
convierte en un gran arbusto.
Esta es la política de Dios de lo pequeño saca cosas grandes, de lo inútil
servicio para todos, de lo pobre gran riqueza, de la muerte vida.
Fr. J.L.
Ezequiel 17, 22-24
Sal 91,2-3.13-14.15-16 R/. Es bueno darte gracias, Señor
Segunda carta a los Corintios 5, 6-10
Marcos 4, 26-34
Sal 91,2-3.13-14.15-16 R/. Es bueno darte gracias, Señor
Segunda carta a los Corintios 5, 6-10
Marcos 4, 26-34
Cristo Pantocrator. Capilla Palatina 1140
Palazzo dei Normanni (Palermo, Italia)
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