viernes, 30 de diciembre de 2016

En la octava de Navidad

31 de diciembre


Hoy volvemos a escuchar por tercera vez en su forma integra el prólogo del Evangelio de San Juan. En el principio existía la Palabra... origen de todo, vida, luz... 

Vino a su casa y no la recibieron, pero a cuantos la reciben los hace Hijos de Dios. 

La Palabra del principio contrasta con el momento final de la primera lectura, coloreado como todo lo contrario a la Palabra, destrucción, muerte, oscuridad... 

A nosotros parece que nos toca estar en el medio, vivir de la esperanza, esperar en búsqueda. Pero no estamos solos de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia. 

Hoy es 31 de diciembre, el último día del año. Un buen día para mirara atrás, para rebobinar, y dar gracias, y pedir perdón, y retomar los caminos. Y no podemos dejar que sea un año más, otro año que pasa sin pena ni gloria, otros año de tonos grises. Aunque nosotros no hayamos hecho nada, Dios sí ha cumplido su parte. Los talentos están repartidos -esta es la parte de Dios- ¿nosotros los hemos hecho producir? 

Gracias y perdón a Dios por todo. Gracias y perdón a los hermanos por mil momentos. 

Gracias y Perdón, y en el camino nos encontramos. 

Fr. J.L.

La Virgen del Perdón (1588). Simón Pereyns
Catedral Metropolitana de México

jueves, 29 de diciembre de 2016

Fiesta de la Sagrada Familia

30 de diciembre


Fiesta de la Sagrada Familia, fiesta de la armonía, de la concordia, de la convivencia.

El Eclesiástico nos habla de las relaciones hijos - padres y padres - hijos. Respeto y honra cumplidos en promesas, expiación de pecados, acumulación de tesoros, alegría en la descendencia, oración escuchada, larga vida... Dicen que los hijos son un regalo de Dios, también los padres son un regalo para sus hijos, aunque nos demos cuenta demasiado tarde.

Fiesta de la Sagrada Familia, fiesta de la armonía, de la vida fraterna... donde reina el Amor. San Pablo lo especifica en la lectura posible para este día. Revestidos de misericordia, bondad, humildad, dulzura, comprensión, sobrellevaros y perdonaros, y ceñidos por el amor. Si obrásemos así sería fácil corregir y ser corregidos, nuestra vida sería siempre acción de gracias a Dios y al hermano. Si todo se hace en nombre del Señor, nuestra vida no será baldía siempre será fructífera.

Es más fácil se sometido que ser amado, es más provechosos caminar juntos que ir poniendo trampas en el camino.

En la Familia de Nazaret hay armonía, hay miedo compartido, pero por encima de todo hay Dios que mueve, que da sentido que ilumina, que acompaña.

Que busquemos, como comunidad y para la comunidad, la armonía que sólo puede venir de Dios.

Fr. J.L.

La Sagrada Familia (1631). Vicente Carducho
Museo del Prado (Madrid)

miércoles, 28 de diciembre de 2016

En la octava Navidad

29 de diciembre


En los días posteriores a Navidad, igual que como suele pasar con la cuestión alimenticia, parece que tenemos un empacho de la infancia de Jesús sazonados -igualmente de forma excesiva- con los escritos del Teólogo, el apóstol san Juan. Pero con sensación de exceso y todo, no es por ello menos aprovechable.

El Evangelio escuchado nos narra dos momentos post nacimiento -a los 40 días del mismo- que son la purificación de la Madre y la presentación-ofrenda e inmediato rescate del Niño según se describe en el libro del Éxodo. Por un rincón de la escena aparece el anciano Simeón: hombre justo, piadoso, poseedor de Espíritu, movido por Él, espectante del Mesías. El encuentro con Él parece el no va más y recita el nunc dimittis que cada día, nosotros, repetimos en la hora de completas.

Encontrarse con el Mesías, decir: Yo le conozco es guardar sus mandamientos, es defender la verdad, es sentir su palabra, es vivir como vivió Él, es permanecer en la luz y aborrecer las tinieblas.

Quien encuentra al Mesías, como Simeón puede decir que sus ojos han visto la luz, su vida está colmada. Dejémonos encontrara por el Mesías, iluminará y llenará nuestras vidas. Así quedará clara la actitud de nuestro corazón.

Fr. J.L.


Presentación de Jesús en el Templo (1500). Maestro de La Sisla
Monasterio jerónimo de La Sisla (Toledo)

martes, 27 de diciembre de 2016

Santos Márties Inocentes

28 de diciembre


Dios hecho carne, Dios-Niño, se muestra a los pastores (los últimos), a los Magos (los buscadores), a José y María (los fieles), rodeado de ganado (la creación toda) Dios se encarna, Dios se muestra, y da vida, llena de vida, da sentido al vivir, que se convierte en buena nueva, en don para todos, en derroche de gracia. Y sólo por eso, sólo para eso se encarna. Cuando se le quiere como en propiedad, para ser utilizado en propio beneficio, para amasar poder, para prosperar a su costa, huye, se hace inalcanzable.

Herodes lo busca para matarlo, se siente burlado; un Niño hace temblar su reino, su poder estabilizado y... ande o no ande, caballo grande... de dos años para abajo todos.

Santos Inocentes, de antes y de hoy. Los descartados de que habla el Papa Francisco. Los niños, los ancianos, quien no produce y consume, quien lo vea así no ve más allá de sus propias narices. Si mirase para atrás encontraría lo que otros produjeron y hoy disfrutamos; si mirase para el futuro... lo harán los niños de hoy. Es triste una vida sin pasado ni futuro, es triste y además breve, sólo nos queda el hoy.

Santos Inocentes, los que no producen, los que estorban, los que no son de los nuestros, los que nos molestan. Miremos a nuestro alrededor que seguro encontramos alguno; miremos dentro de nosotros por si nosotros mismos generamos hoy Santos Inocentes. 

Fr. J.L.

La degollación de los inocentes (s.X)
Códice Egberti (autor: Kerald, Alemania) 

lunes, 26 de diciembre de 2016

San Juan, apóstol y evangelista

27 de diciembre


Si ayer la figura de San Esteban nos habla de coherencia y fidelidad, hoy San Juan nos reclama confianza e intimidad; nos habla de conocimiento interno y espiritual; de carreras por situarse en el nuevo Reino (haz que estos hijos míos se sienten uno a tu derecha y otro a tu izquierda) y carrera en la mañana de resurrección hacia el sepulcro vacío; de confidentes selectos en el Tabor, en el huerto de los Olivos, en la última cena, al pie de la cruz; de fidelidad hasta el final y esperanza en la mañana; de Palabra encarnada, escuchada, meditada, contemplada y compartida: Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto, contemplado, palpado... os damos testimonio, os lo anunciamos...y en el pasar el Mensaje está nuestra alegría.

Es confuso saber que es más importante, si el orar la Palabra o el testimoniarla, aún siendo ambas importantes claro es que difícil será transmitir lo que no se posee. Juan es el rumiante de la Palabra por excelencia, el Teólogo llamado por la Patrística. La palabra se hizo carne y acampó entre nosotros. La Palabra se hace carne y se encarna en nosotros, para que nosotros -de palabra y de obra- seamos grito de Dios en el mundo.

Fr. J.L.

Virgen con Niño, san Juan Evangelista, Magdalena y Zacarías (1530) 
de Girolamo Francesco María Mazzola (il Parmigianino) - Galleria degli Uffizi (Florencia)

domingo, 25 de diciembre de 2016

San Esteban, protomártir

26 de diciembre


La imagen de San Esteban, su figura colocada litúrgicamente después de Navidad es anuncio, es profecía es promesa. El: os perseguirán por mi causa tiene la misma actualidad entonces y ahora; como actual es el Espíritu del Padre, prometido por Cristo, que asiste al perseguido. Con cierta frecuencia nos llegan noticias de asesinados por su fe en Cristo, mártires de Cristo en clarísima expresión del Papa Francisco. 

Cristo fue molesto por defender al oprimido, por buscar la justicia, por crear coherencia entre sus palabras y sus obras. El cristiano -alter Cristo- no tiene más remedio que seguir ese mismo camino. 

Es más cómodo adaptarnos al mundo y dejarnos llevar por la corriente... ¿dónde va Vicente? donde va la gente. Los mártires de Cardeña, el P. Pío de Viaceli y compañeros, Los monjes de China asesinados en 1947, los monjes de Tibhirine (1996)... Nuestra historia también tiene no pocos testigos, otros Cristos coherentes, fieles, justos, amantes y amados.

Fr. J.L.

San Esteban conducido al martirio (1562). Juan de Juanes
Museo del Prado (Madrid)