viernes, 19 de marzo de 2021

San José

 

19 de marzo de 2021

Samuel 7, 4-5ª. 12-14ª. 16

Sal 88    Su linaje será perpetuo

Romanos 1, 16. 18-21. 24a

Mateo 1, 16. 18-21. 24a

 

Como decíamos al principio celebrara san José nos invita a celebrar a nuestros padres y por ellos la vida; nos invita a celebrar el sentirnos Iglesia de la que es especial patrono; celebramos el día del Seminario y por ello una acción de gracias por la vocación y nuestros sacerdotes; celebramos que es patrono de la buena muerte pues él aprendió a morir delante de su Hijo.

El Papa Francisco firmaba el pasado 8 de diciembre una carta apostólica sobre san José, con el título Patris corde (Con corazón de Padre), con motivo del 150 aniversario de la declaración de san José como patrono de la Iglesia universal por Pio IX en 1870. Pío XII lo presentó como Patrono de los trabajadores en 1955 surgiendo la celebración de san José, obrero. Juan Pablo II lo llamó custodio del Redentor (Redenptoris custos) en la exhortación apostólica de ese título en 1990. Y el papa Benedicto XVI, en esta fiesta del 2006, señalaba que san José es una pieza fundamental de la historia de la salvación. En su figura encontramos las dos ideas que recorren las lecturas bíblicas que hemos escuchado: el linaje o la descendencia y la justicia.

El Papa Benedicto lo decía así: La figura de este gran Santo, aún permaneciendo más bien escondida, reviste en la historia de la salvación una importancia fundamental. Ante todo, al pertenecer a la tribu de Judá, unió a Jesús a la descendencia davídica, de forma que, realizando las promesas sobre el Mesías, el Hijo de la Virgen María puede llamarse verdaderamente «hijo de David». El Evangelio de Mateo, de manera especial, pone de relieve las profecías mesiánicas que hallaron cumplimiento mediante el papel de José: el nacimiento de Jesús en Belén (2,1-6); su paso por Egipto, donde la Sagrada Familia se había refugiado (2,13-15); el sobrenombre de «Nazareno» (2,22-23). En todo ello él se demostró, como su esposa María, auténtico heredero de la fe de Abraham: fe en el Dios que guía los acontecimientos de la historia según su misterioso plan salvífico. Su grandeza, como la de María, resalta aún más porque su misión se desarrolló en la humildad y en lo escondido de la casa de Nazaret. Además, Dios mismo, en la Persona de su Hijo encarnado, eligió este camino y este estilo de vida en la existencia terrena.

Seguía el Papa Benedicto: Del ejemplo de San José llega a todos nosotros una fuerte invitación a desarrollar con fidelidad, sencillez y modestia la tarea que la Providencia nos ha asignado. Pienso ante todo en los padres y madres de familia, y ruego para que sepan siempre apreciar la belleza de una vida sencilla y laboriosa, cultivando con atención la relación conyugal y cumpliendo con entusiasmo la grande y no fácil misión educadora. A los sacerdotes, que ejercen la paternidad respecto a las comunidades eclesiales, les obtenga San José amar a la Iglesia con afecto y plena dedicación, y sostenga a las personas consagradas en su gozosa y fiel observancia de los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia. Que proteja a los trabajadores de todo el mundo para que contribuyan con sus distintas profesiones al progreso de toda la humanidad, y que ayude a todo cristiano a realizar con confianza y amor la voluntad de Dios, cooperando así al cumplimiento de la obra de la salvación.

San José patrono de muchas cosas pero sobretodo un santo con los pies en el suelo de quien mucho podemos aprender.

En un mundo cargado de ruidos su saber estar discretamente, en segunda fila, callado, su palabra parece silenciada por la Palabra encarnada. Siempre atento a la voluntad de Dios que en sueños le iba guiando, aunque seguramente sin entender. De ahí su ser justo que en hebreo se traduce exactamente por eso: cumplidor de la voluntad de Dios. San José el hombre fiel, a María, al mismo Dios. San José el predicador con el ejemplo, ni una palabra suya recogen los evangelios, pero su enseñanza que es grande nos sigue llegando.

San José, el justo, el esposo, el padre, el trabajador… ruega por nosotros.

Feliz día a todos.

 

fr. jl

 

Pieza cerámica del taller del P. David

 

 


 

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