XVIII Domingo del Tiempo Ordinario (B)
Segundo domingo consecutivo de temática eucaristía por el Evangelio de San
Juan, quedan dos.
Yo soy el pan que da vida. El que
viene a mí, nunca más tendrá hambre, y el que en mí cree, nunca más tendrá sed.
El pan es imagen de todo alimento, y Cristo es el único Pan que nos puede
saciar, el Pan de la Vida, la plenitud de Vida. Quien tiene a Cristo, quien
reconoce a Cristo, está colmado.
El conocer a Cristo de la
segunda lectura, el Cristo que cambia nuestro modo de vivir, que es la Verdad y
renueva nuestra mente y nuestro espíritu, revistiéndonos de una nueva
naturaleza. El que es de Cristo es una
nueva criatura. (2 Co 5, 17)
Toda la Escritura nos habla de cristo y dirige hacia Cristo. El maná que tras las murmuraciones de los
israelitas concede Dios al pueblo por medio de Moisés es imagen del Pan
verdadero, bajado del cielo, encarnado y hecho hombre en María para salvación
de toda la humanidad.
Pan del cielo que nunca sobra y nunca falta, Pan del cielo que sacia; Pan
del cielo de mil sabores, a gusto de
todos; Pan del cielo que alimenta y transforma cuerpo y espíritu; Pan del
cielo que se encarna y reencarna en cada uno de los que nos acercamos a
comulgar el Cuerpo del Señor hecho pan para dar vida. Pan del cielo para todos.
Señor, danos siempre ese pan.
Fr. J.L.
Éxodo 16, 2-4. 12-15
Salmo 77 R/. El Señor les dio un trigo celeste
Efesios 4, 17. 20-24
Juan 6, 24-35
Salmo 77 R/. El Señor les dio un trigo celeste
Efesios 4, 17. 20-24
Juan 6, 24-35
La última cena (1592-1594). Tintoretto (Jacopo Comin)
Basílica San Giorgio Maggiore (Venecia, Italia)
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