Despuntar la tarde en el
Monasterio de San Pedro de Cardeña, con el inconfundible sonido del motor de
varias Harley, no es algo ni común, ni frecuente. Hacerlo además, cuando el
calor aprieta y tales cabalgaduras, acercan al monasterio, sonrisas, acentos y
personas de varios puntos de la geografía de este país, es un lujo.
La Bodega del monasterio, no se
abre cada día. Es más, como joya de la envergadura que es, solo se abre, para
casos especiales, previo aviso y en circunstancias muy concretas. Y esta visita,
lo era.
Cuando preguntaron por email si
era posible visitar la bodega, valoramos que era un grupo con un tamaño
adecuado para no saturar la bodega por temperatura ni exceso de movimiento,
pensamos que un grupo “amante” de algo tan emblemático e histórico como Harley-Davidson,
se sentiría como pez en el agua en la bodega del Monasterio, ya que la bodega
en sí misma, atesora historia viva en sus muros y es uno más de los emblemas
que caracterizan a la vida monacal.
Era un tándem viable. Pero claro,
quedaba ahí el choque de conceptos “esos chicos moteros”, “estos monjes de
clausura”…
A veces, la frescura y la
amplitud de miras, es lo que hace a las personas encontrarse en marcos y
situaciones completamente dispares y curiosas y eso sucedió.
Los prejuicios brillaron por su
ausencia, y junto a un sol de justicia, brillaron las personas y también las
motos y los vinos.
Compartimos historia y muros.
Agradecimos todos, el frescor de la bodega. Un cálido y cercano repaso al
“hacerse”, “criarse” y “envejecerse” de
nuestros vinos y el intento de dejar y hacer permanecer un buen recuerdo en su
memoria de Valdevegón, acompañado con algunas viandas, que no desmerecieran
tales caldos, y tales paladares. A cambio, recibimos sonrisas, buen ambiente,
estupenda compañía, preciosas motos y el sonido inconfundible de esos motores,
que esperamos volver a tener por el Monasterio, donde siempre serán bien
recibidos. Nos enseñaron cada uno, que su moto era la mejor y la más bonita, y
aprendimos que los amigos del Gourmet
Chapter Harley-Davidson, tienen buen paladar, incluso para el vino de misa y
son un grupo de personas entrañables y muy divertidas.
Han llenado la tarde de sonoridad
y de risas, de complicidad y de historias comparadas y al final, hay que
cumplir la palabra y dedicarles, con cariño y agradecimiento por su visita y su
buena compañía, este humilde post.
Gracias. Ha sido un verdadero
placer disfrutar y compartir con vosotros bodega, vinos, viandas, motos, y
risas, pero sobre todo, poder conoceros.
18 de julio - Visita a San Pedro Cardeña
Gourmet Chapter Harley-Davidson
Gracias al Monge Jose Luis por su recibimiento y su simpatía . Gracias a nuestro guía Alfredo por enseñarnos la excelente bodega y darnos una cata del gran vino que es Valdevegon que desde aqui os lo recomiendo VOLVEREMOS
ResponderEliminarJuan Armada
El placer ha sido nuestro, tanto Afredo que hizo de la visita a las bodegas una amena lección de historia, tanto del monasterio como del entorno, como el padre José Luis, una persona que en el poco tiempo que estuvimos con él, demostró ser una persona de una calidad humana impresionante. Muchas gracias ... volveremos !!!!!
ResponderEliminarUn abrazo fuerte queridos hermanos en el monachismo.Padre Makarios Geist,Sacro Monasterio de la Virgen ,Paleokastritsa,Corfù,GR (nos vimos con algunos de uds.en la canonizacion de San Rafael y les visitè con mi hermano Alfredo hace algun tiempo atràs con el anterior Abad que hoy se encuentra en la casa del Padre.
ResponderEliminarNos ha encantado la visita y poder disfrutar de los XI siglos de Historia del Monasterio y del vino que allí se elabora.
ResponderEliminarNos veremos en la próxima visita que realizaremos, porque nos quedó pendiente de ver el Monasterio.
Muchas gracias.
José Antero Cabello.