jueves, 20 de enero de 2022

Sagrada Familia

Domingo después de Navidad 26-12-2021 (C)

 

Eclesiástico 3, 2-6. 12-14

Salmo 127            R/. ¡Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos!

A los Colosenses 3, 12-21

San Lucas 2, 41-52

 

Fiesta de la Sagrada Familia, fiesta de la armonía, de la concordia, de la convivencia.

La celebración de la Sagrada familia como fiesta litúrgica celebra la unidad familiar divina y humana de Jesús, María y José. Nos invita a acoger, vivir y proclamar la verdad y la belleza de la familia, según el plan de Dios que quiso nacer bajo una humilde familia para hacer brillar su luz a todas las naciones.

La Sagrada familia es el modelo de virtudes de todas las familias. Así Dios lo quiso, nacer en el seno de una familia, formada por José María y Jesús, en donde el Hijo de Dios fue acogido con gozo, donde nació pobre y humilde, donde creció y se educó como hombre, obediente a Dios, a María y a José, en la cual se evocaban todas las mejores virtudes domésticas que deben reinar en el hogar de todas las familias del mundo.

Es una fiesta de devoción difundida entre el pueblo a partir del siglo XVII y varias congregaciones religiosas nacieron bajo esta advocación. Uno de los países en los que se extendió de un modo especial fue Canadá, donde en 1863, en la ciudad de Montreal se fundó la asociación de la Sagrada Familia, y ese mismo año se celebró por primera vez la fiesta. El Papa León XIII hace referencia a Canadá en su carta "Nemimen Fugit de 1892.

El 26 de octubre de 1921, justo se han cumplido este año cien , siendo papa Benedicto XV, la Sagrada Congregación para la Liturgia amplió la Fiesta de la Sagrada Familia a la Iglesia Universal y, a partir de la revisión del calendario litúrgico de 1969, se trasladó del primero domingo después de Epifanía al domingo de la octava de navidad. Podemos hablar de una celebración moderna, si la comparamos con otras que en estos días celebramos también.

El Eclesiástico nos habla de las relaciones hijos - padres y padres - hijos. Respeto y honra cumplidos en promesas, expiación de pecados, acumulación de tesoros, alegría en la descendencia, oración escuchada, larga vida... Dicen que los hijos son un regalo de Dios, también los padres son un regalo para sus hijos, aunque nos demos cuenta demasiado tarde.

Fiesta de la Sagrada Familia, fiesta de la armonía, de la vida fraterna... donde reina el Amor. San Pablo lo especifica en la lectura posible para este día. Revestidos de misericordia, bondad, humildad, dulzura, comprensión, sobrellevaros y perdonaros, y ceñidos por el amor. Si obrásemos así sería fácil corregir y ser corregidos, nuestra vida sería siempre acción de gracias a Dios y al hermano. Si todo se hace en nombre del Señor, nuestra vida no será baldía siempre será fructífera.

En la familia, en la comunidad, en nuestros trabajos, en la sociedad… es más fácil ser sometido o someter que ser amado o amar; es más provechosos caminar juntos que ir poniendo trampas en el camino.

En la Familia de Nazaret hay armonía, hay miedo compartido, pero por encima de todo hay Dios que mueve, que da sentido que ilumina, que acompaña.

El Evangelio que hemos escuchado nos narraba la peregrinación a Jerusalén de la familia de José, con María y Jesús, junto con otros parientes, conocidos, coetáneos y coterráneos.

La Primera palabra que resalta es buscar. Y nos dice Jesús en otro pasaje del Evangelio que el que busca encuentra. Buscar es sinónimo de escudriñar, de indagar, de preguntar por algo o por alguien. Quien busca necesita, y seguramente su búsqueda le hará crecer. Pero también nos cruzamos con quien no busca nada o porque tienen de todo o por simple pereza, o simplemente porque no esperan encontrar o están cansadas de búsquedas infructuosas. A Dios también lo buscamos, de hecho para los candidatos a monjes es lo primero que pide San Benito en el capítulo 58 de la Regla: mírese si el que viene queriendo entrar en el monasterio de veras busca a Dios.

Las primeras palabras de Jesús en el Evangelio de Lucas -las hemos escuchado hoy-también incluyen la palabra buscar: ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en casa de mi Padre? Búsqueda y vinculación con el Padre celestial.

No suele ser fácil entender los planes de Dios, ni siquiera María y José entienden. No entienden pero aceptan.

Que nosotros no cesemos nunca de buscarlo, que nuestra fe se mantenga en Él, que como María, guardemos y meditemos todo en nuestro corazón

 

Feliz Domingo

 

fr. jl

 

 

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